De acuerdo con el CEO de Skandia México, Julio Méndez, el problema de las pensiones en México cada vez se está haciendo más grande. Entre otras razones, por las bajas tasas de ahorro voluntario, el incremento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población.
“Se viene un tsunami en materia de retiro por una combinación de cosas que tienen que ver con una contribución muy baja para la Afore, una pirámide poblacional que irá cambiando con el tiempo, una economía que por la informalidad no tiene acceso a productos profesionales y regulados para el retiro, así como una expectativa de vida que cada vez es más grande”, dijo Méndez en el foro.
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Además agregó que esta situación continuará agravándose en los próximos 15 o 20 años, pues la solución no vendrá del Gobierno, sino de las propias personas, cuando decidan hacerse cargo de su futuro financiero.
Por otro lado, David Buenfil, CEO de Skandia Latinoamérica, expuso que la mayor preocupación hace hincapié en la clase media, debido a que los esquemas de pensión no van a lograr que alcance el ingreso para el retiro de estas personas.
“La necesidad de la clase media alta está en aprovechar las oportunidades que existen para ahorrar con beneficios fiscales, pues actualmente existen opciones para ahorrar y que te lo devuelva el SAT”, apuntó durante el mismo evento.
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Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, también comentó que una cosa que es diferente de las condiciones actuales es que los hijos ya no fungen como garantía de retiro de los padres. Antes así era, ellos mantenían a los padres y a veces hasta a los abuelos. Sin embargo, dado que ahora las familias son cada vez más pequeñas, esta posibilidad cada vez se ve más difícil de realizar.
“Esa cultura financiera donde la estructura familiar iba a proveer a los padres ya desapareció, y para dentro de 30 años será un gran reto, la responsabilidad será específicamente nuestra”, explicó Quintana.
