Para tener éxito a largo plazo se necesita la participación activa y comprometida de compañeros de trabajo. Esto significa dar rienda suelta a la energía que hay dentro de cada uno de ellos.
Sorprender haciendo algo bien
Las organizaciones destacadas comparten el éxito con sus empleados. Cuando estén haciendo algo bien, avisar a los equipos. Fomentar un desempeño sobresaliente y sostenido mostrando cuánto aprecian sus esfuerzos.
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Poner el listón alto
Establecer altos estándares de comunicación, productividad y profesionalismo en toda la organización. Si en ocasiones no se cumplen estos estándares, trabaje en estrecha colaboración con empleados para encontrar formas de volver al buen camino. No bajar los estándares. En cambio, asociarse con los empleados y asumir los desafíos como equipo. Obtener la opinión para identificar problemas de bloqueo, centrar la atención en posibles soluciones y esforzarse por cumplir y superar las expectativas.
Comunicarse, comunicarse y comunicarse
Comunicarse de manera profesional, clara y frecuente. Los empleados esperan una evaluación honesta de la dirección de su desempeño. Cuando todo esté funcionando sin problemas, resaltar lo que está funcionando y comunicar el éxito en toda la organización. Cuando los problemas desafíen el progreso, considerar el impacto potencial que puede tener al discutir constructivamente las preocupaciones. Utilizar la comunicación como herramienta para inspirar y motivar, así como para dirigir y resolver problemas.
Confiar en los empleados
Los grandes líderes entienden que el éxito organizacional está directamente relacionado con el éxito de su gente y trabajan para construir puentes de confianza. Establecer la confianza creando un entorno de trabajo seguro y positivo con una comunicación bidireccional abierta y honesta. Dará a la gente el beneficio de la duda, luego se les ayudará a levantarse si a veces tropiezan.
Ayudar a los empleados a crecer
Preparar a los empleados para el éxito, no el fracaso. Brindarles las herramientas y la capacitación para cumplir y superar los altos estándares. Animarlos a identificar sus fortalezas y motivaciones. Mostrarles cómo la organización se ha beneficiado de sus esfuerzos y cómo esto a su vez los beneficia. Hay que determinar qué impulsa a la gente, luego incorporarlos a sus tareas diarias.
