El alcohol y el volante no deben mezclarse nunca. No solo pones en peligro tu vida y la de los demás conductores; sino que también puedes recibir una multa e ir a parar al ‘Torito’.
A saber, si tomas unas copas de más y te detiene el alcoholímetro, el vehículo se remite al corralón y tú tendrás que cumplir con las sanciones correspondientes.
Es decir, arresto administrativo de 20 a 36 horas en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, mejor conocido como “Torito”.
Y una penalización de 6 puntos en tu licencia de conducir, lo cual desemboca en la pérdida del derecho a manejar un auto por 12 meses.
Por supuesto, también deberás solventar los gastos de hospedaje y arrastre para poder sacar el auto del corralón. Asimismo, el artículo 50 del Reglamento de Tránsito de la CDMX establece lo siguiente.
“En caso de que el infractor no sea el propietario del vehículo remitido al depósito y el conductor no hubiere, dentro de los treinta días posteriores a la imposición de la infracción, cumplido la sanción impuesta en su totalidad, el propietario deberá cubrir una multa de 60 UMAS, para solicitar que le sea entregada la unidad”.
Así que, en dado caso, el dueño del auto tendría que cubrir una multa de 5 mil 377 pesos. Ahora bien, ¿qué ocurre si caes en el “Torito” en Navidad?
Por supuesto, tendrás que cumplir con las sanciones correspondientes. No obstante, las autoridades han preparado un menú navideño para hacer que el asunto sea menos terrible.
Sí, por extraño que parezca, este año el menú estará compuesto por: cerdo en salsa de piña, sopa de codillo con crema y jamón, ensalada de manzana con duraznos y ponche de frutas.
De cualquier manera, esta cena navideña no vale la pena como para arriesgar tu vida detrás del volante y, además, perder la libertad por más de 20 horas.
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