La finalidad principal de tener una tarjeta de crédito es poder realizar compras diferidas a meses. Es decir, recibir a préstamo el dinero necesario para hacer una compra y poder pagar poco a poco los fondos otorgados por el banco.
No obstante, también es posible hacer compras de contado. Pagas con tu tarjeta de crédito y te ahorras la necesidad de desembolsar dinero en el mismo momento de la compra.
Cuando llega tu fecha de corte, se refleja en tu estado de cuenta la cantidad, referente al pago de contado, que debes liquidar en el periodo límite posterior al mismo corte.
Pagos de contado con tarjeta de crédito
Pero, ¿es conveniente utilizar tu tarjeta para hacer pagos de contado? La respuesta es NO. De hecho, usar de esta forma tu tarjeta podría ocasionarte serios problemas con tus finanzas personales.
Como explicamos antes, una tarjeta de crédito es una herramienta que funciona mejor cuando se trata de operaciones diferidas a meses. La razón de ello es la siguiente.
Al realizar una compra de contado con un instrumento crediticio, se suele perder de vista que el dinero utilizado para la transacción es solo un préstamo. Esto provoca que los usuarios fomenten la falsa concepción de pensar en su tarjeta como una extensión salarial.
En cambio, si adquieres algo a meses se genera de inmediato un plan de pagos que te ayuda a organizar tus finanzas y a liquidar la deuda con menores inconvenientes.
Por lo tanto, debes evitar a toda costa pagar de contado con tu tarjeta de crédito, pues lo más seguro es que esto genere un desajuste en tu presupuesto.
Así pues, lo mejor es usar tu tarjeta de débito para pagos de contado y tu tarjeta de crédito para compras a plazos fijos o sin intereses.
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