Los temas de salud mental son asuntos que requieren atención profesional de un psicólogo. Sin embargo, acudir al psicólogo trae un estigma en los discursos cotidianos, que lo asocian a “estar loco” (sic), o a que es un gasto que no muchas personas pueden costear.
De acuerdo con una investigación de Jennifer Galindo para el medio El Economista, el precio de un psicólogo en la Ciudad de México puede ir de los 500 a los 2 mil pesos o más por sesión. Añade que esta tarifa depende del grado de estudios, diplomados, o talleres que el profesional tenga en su currículum.
Sin embargo, cabe considerar modalidades como terapias por videollamada, que disminuyen los precios, o buscar clínicas en las que se tomen en cuenta las condiciones socioeconómicas de los pacientes para que los precios se ajusten a sus presupuestos. Por acá te contamos de opciones de terapia psicológica si cuentas con poco dinero.
Los problemas de salud mental son un problema que requiere seriedad || Fuente: Pixabay
Debes saber que no todos los psicólogos saben las mismas cosas ni están especializados en las mismas áreas, por lo que cada uno puede atender a distintos problemas de salud mental. De hecho, hay psicólogos centrados en aspectos teóricos o de las neurociencias, donde no necesariamente están preparados para atender pacientes.
Por esa razón, el servicio que buscas es el de psicoterapia, y podemos distinguir en ella cinco grandes categorías:
- Psicoanálisis, que se enfoca en modificar comportamientos problemáticos, sentimientos y pensamientos, buscando sus significados subconscientes y motivaciones. Aquí los pacientes aprenden sobre sí mismos a través de una terapia guiada.
- Conductismo, que se centra en observar los roles de desarrollo en situaciones normales u anormales. La terapia puede centrarse en el aprendizaje vía premios y castigos (conductismo clásico), pero también intentando desensibilizar al paciente de esas situaciones que le generan sentimientos negativos.
Es necesario saber que hay especialistas enfocados en distintas problemáticas || Fuente: Pixabay
- Terapia cognitiva, que enfatiza lo que las personas piensan en vez de lo que hacen. Estos especialistas consideran que un pensamiento disfuncional conduce hacia emociones y comportamientos disfuncionales. Es decir, cambiando su forma de pensar, las personas pueden modificar el cómo se sienten y cómo actúan.
- Terapia humanística, que enfatiza las habilidades de las personas para llevar a cabo acciones racionales y explotar su potencial máximo. La preocupación por el prójimo también es un tema importante. Hay tres enfoques: en el que los terapeutas guían a sus clientes a enfatizar su cuidado, interés y empatía; la gestalt, que enfatiza la idea de ser consciente del presente y aceptar la responsabilidad de uno mismo; y la terapia existencial, centrada en el ser libre, la autodeterminación y la búsqueda por el significado.
- Terapia integrativa u holística, donde los terapeutas no se atan a una sola mirada. En su lugar, mezclan elementos de distintas aproximaciones y las ajustan a las necesidades de sus clientes.
Mención aparte merecen los psiquiatras, que son los únicos especialistas que recurren a la farmacología para atender los síntomas del paciente.
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