Crear un presupuesto es fundamental para proteger tus ingresos y ajustar tus gastos de tal forma que puedan satisfacer tus necesidades sin causar una herida en tus finanzas personales.
A continuación, te daremos algunos consejos para crear tu propio método de gestión de recursos sin necesidad de acudir a fórmulas difíciles de mantener.
- Elabora dos listas: una para lo que necesitas y otra para lo que deseas (por puro gusto). Para hacerlas, valora el panorama en general: ¿qué beneficios te traería adquirir ciertas cosas?, ¿qué pasaría si no las tuvieras?, ¿realmente las necesitas?, etc.
- Fija tus propias pautas: a veces es muy pesado seguir fórmulas o técnicas preestablecidas. Por ello, para comenzar debes establecer tus propios porcentajes de gasto de acuerdo a tus necesidades y deseos personales.
Un ejemplo: si para ti es muy importante comprarte una figura coleccionable de tu serie favorita aunque comas atún toda la semana, ajusta tu presupuesto a ese deseo.
- Haz la suma de tus ingresos: el presupuesto funciona a partir de esta cifra. Allí debes incluir tanto tu ingreso salarial fijo como cualquier otra entrada de dinero.
- Clasifica tus gastos: en función de tus necesidades y deseos, como se mencionó al inicio, establece el porcentaje de tus ingresos que destinarás mensualmente a cada situación.
- Calcula la diferencia: es recomendable observar tu comportamiento de gastos haciendo la cuenta del porcentaje de tus ingresos que utilizas mensualmente para realizar pagos.
Un tip extra: el sobrante mensual puede marcarse al final del presupuesto como una meta de ahorro fija. Así, crear este método personalizado tendrá beneficios no sólo para gestionar tus ingresos y gastos, sino también para generar un respaldo de dinero que te servirá a futuro.
Si quieres conocer más información como ésta, síguenos en Oink-Oink.