Al decidir invertir, debes conocer los instrumentos de inversión disponibles, dependiendo del presupuesto que tengas, y tu tolerancia al riesgo.
Cuando inviertes, debes tomar como referencia el plazo en el que deseas tener disponible tu dinero, y tus metas. Así seleccionarás un instrumento financiero. Estos varían en cuanto a su estabilidad, plazos, rendimientos y exposición al riesgo.
Puedes invertir dinero a través de fondos de inversión, que dan a escoger entre fondos de deuda y fondos de deuda variable. Podemos distinguir:
- El fondo de deuda son inversiones en títulos de deuda emitidos por el Gobierno Federal, bancos o empresas. Prestas dinero a estos organismos para que lo utilicen donde crean necesario, y en función de ello generen rendimientos.
- El fondo de renta variable invierte en acciones de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). No pagan rendimientos fijos, pues esto se basa de acuerdo a las pérdidas o ganancias que haya en la BMV.
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El tiempo a invertir puede ser a corto plazo (hasta un año) mediano plazo entre 1 a 5 años, o más de 5 años para el largo plazo. Ten en cuenta que si es a mayor tiempo se incrementa el riesgo, pero también las ganancias.
Las principales herramientas de inversión en México son:
1. Pagarés bancarios
Es deuda de alguna institución bancaria, que se pagan a tasa fija y a un plazo seleccionado de 7 a 365 días. Con esto, prestas dinero al banco y el banco te paga con una tasa de interés.
2. CETES
Estos son Certificados de la Tesorería de la Federación, instrumentos de deuda que extiende el gobierno y pagan renta fija. Los emite la Secretaría de Hacienda.
3. Seguros con inversión
Se trata de productos financieros de alto riesgo y regulados por la ley. Son planes de emergencia que conllevan un costo para quienes lo cubren.
4. Bonos gubernamentales
Es deuda emitida por entidades de gobierno, que otorga plazos entre 5 y 30 años. Pagan intereses anuales o semestrales.
5. Seguros totales
Manejan plazos diversos, y se distinguen de los seguros con inversión en que están diseñados para recuperar el dinero al terminar el contrato, además de conservar el seguro.
