El aprendizaje de idiomas se disparó durante los bloqueos de la pandemia, dicen los proveedores comerciales. Pero cuando nadie puede viajar y el mercado laboral parece inestable, ¿por qué la gente ha recurrido ahora al idioma?
El luviano, un idioma hablado y escrito en la antigua Turquía hace 3 mil años puede no parecer la opción más obvia para un nuevo pasatiempo. Sobrevive principalmente en forma de símbolos enigmáticos tallados en monumentos rocosos dispersos. Pero pasar un par de horas a la semana descifrando este código, bajo la guía de un experto luwiano, resultó ser una forma casi mágica de aliviar el estrés.
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Por muy oscuro que sea el luwiano, la necesidad de explorar un idioma extranjero estuvo de moda en 2020. Durante el primer bloqueo en marzo, el número de usuarios de aplicaciones de aprendizaje de idiomas como Duolingo, Memrise y Rosetta Stone se disparó, según datos de las empresas.
Duolingo informó un aumento del 300% en nuevos usuarios. Los números en general bajaron durante el verano, pero vieron otro golpe durante el segundo bloqueo. Si bien el español, el francés y el alemán fueron opciones populares, los británicos también probaron una amplia gama de otros idiomas. La aceptación del galés y el hindi se disparó, por ejemplo, y los estudiantes mencionaron la estimulación cerebral, el interés cultural y los lazos familiares como factores motivadores. La curiosidad cultural también impulsó la popularidad de los japoneses.
De todas las actividades que la gente ha adoptado durante la pandemia (hacer masa y trabajar en guiones), aprender un idioma puede parecer una elección extraña. Después de todo, el mundo está efectivamente cerrado, con gran parte de los viajes internacionales prohibidos. E incluso para aquellos que esperan que el aprendizaje de idiomas pueda mejorar sus perspectivas profesionales, el mercado laboral sigue siendo inestable, y algunos no están en condiciones de cambiar de carrera. Pero recurrir al lenguaje puede conectarnos de forma única con algo que muchos han anhelado volver a sentir.
Un pico de popularidad
Durante el encierro, no pudimos viajar, las vacaciones de la gente se cancelaron, por lo que creo que la gente quizás estaba suspirando después de las vacaciones canceladas y quería tener un sabor de otro país en su hogar.
Es posible que también hayan influido factores emocionales más profundos. A medida que Covid-19 barrió el mundo y rompió viejas certezas, algunos hicieron un balance y decidieron que era hora de abordar los objetivos de vida que habían sido olvidados durante mucho tiempo.
