Después de la recuperación de los mercados económicos y financieros después de la pandemia, orquestada por la baja en los tipos de interés, vienen las consecuencias que podrían traducirse en una recesión económica para Estados Unidos y para el mundo.
Muchos participantes del mercado ya esperan que ocurra una recesión, y estas son las señales que podrían corroborar esta narrativa.
1: Reversión en los rendimientos de los bonos del Tesoro
Cuando los bonos del Tesoro en Estados Unidos operan con normalidad, las emisiones a 10 años pagan más que los que vencen en 2 años. Cuando la curva se invierte y los bonos de corto plazo ofrecen mayores rendimientos que los de largo plazo, es una advertencia de que la economía se debilita y que una recesión es posible.
Rendimiento del bono a 10 años menos el rendimiento del bono a 2 años (vista a 6 meses). Cuando el indicador cae por debajo de cero, existe una correlación con una depresión económica || Fuente: Fed de San Luis
Este martes 05 de julio, el bono a 2 años paga 2.792%, contra el 2.789% del bono a 10 años. La curva ya se había revertido el pasado 31 de marzo y brevemente en Junio.
La curva es importante porque entidades como los bancos tienen problemas para medir el costo de hacer préstamos de largo plazo, lo que ralentiza el otorgamiento de créditos. Los bonos a 10 años son importantes porque influencian las tasas de créditos de largo plazo, como las hipotecas. Por otro lado, el bono a 2 años es influenciado por la política monetaria, y como se ha elevado la tasa de interés, el referencial ha ido al alza.
2: Peor primera mitad de año para el mercado bursátil desde 1970
El índice S&P 500, que sigue a las 500 empresas más grandes del mercado estadounidenses registró una caída acumulada de 20.6% en el primer semestre del año. Es la mayor caída que ha registrado desde 1970, mientras los inversionistas están preocupados por una inflación no vista en décadas.
Índice S&P 500 (vista a 6 meses): el referencial ha caído 20.6% de enero a junio || Fuente: TradingView
Esta situación lleva a los inversionistas a cambiar de estrategia, pasando su dinero de acciones hacia bonos, que son activos más seguros. El tema es que los bonos disminuyen su rendimiento mientras hay más demanda, lo que también castiga a estos activos.
3: Cae la demanda de hipotecas y crece la deuda por tarjetas de crédito
La demanda de hipotecas ha caído un 24% anual para el cierre de junio, lo que sugiere que se están tomando también menos créditos de largo plazo. Esto implica además que la demanda de hipotecas está en mínimos desde 2001.
Por otro lado, la deuda por tarjeta de crédito ha crecido un 20%, siendo el mayor incremento trimestral desde 2008. Las personas están intentando retrasar los efectos de la recesión con deuda de corto plazo. Los balances están creciendo junto a mayores precios de la energía, alimentación y vivienda, entre otras necesidades.
Fuente: unsplash
4: Más estadounidenses viviendo al día
De acuerdo con un reporte del Lending Club, 58% de los estadounidenses o 150 millones de adultos viven cheque a cheque, en medio de una inflación en máximos no vistos en 40 años. Incluso entre quienes ganan más de 250 mil dólares anuales, el 30% dice vivir al día. Además, los datos de vacantes de empleo sugieren que hay dos puestos disponibles por cada persona buscando trabajo.
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