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¿Qué significa que el agua cotice en Wall Street?

Recientemente supimos que el agua en California cotizará en el mercado de futuros de Wall Street. Esto generó temores, e incluso muchos periodistas estuvieron promoviendo la noticia como si se tratara del fin del mundo. En esta nota te explicamos porqué esto puede ser una gran opción para gestionar un recurso escaso, valioso y demandado como el agua.
¿Qué significa que el agua cotice en Wall Street?
Imagen: Pixabay

Recientemente, supimos que el agua en California cotizará en el mercado de futuros de Wall Street. Esto generó temores, e incluso muchos periodistas estuvieron promoviendo la noticia como si se tratara del fin del mundo. En esta nota te explicamos porqué esto puede ser una gran opción para gestionar un recurso escaso, valioso y demandado como el agua.

Debes saber que esta medida tiene implicaciones sobre el índice Nasdaq Veles California Water Index, y por ahora aplica exclusivamente para el agua de uso industrial y agrícola en California, estado con problemas de sequía y escasez de agua. Para que entiendas cómo funciona, te explicamos.

¿Qué significa que el agua cotice en Wall Street?

Imagen: Pixabay

¿Qué es un mercado de futuros?

Se trata de contratos en el mercado bursátil a través de los cuales los compradores y vendedores acuerdan mutuamente un precio fijo para el futuro. El comprador se compromete a comprar el agua en ese tiempo, y a pagarlo en el tiempo acordado. Esto permite cubrirse del riesgo de que los precios cambien durante un lapso largo, como por ejemplo, a medio año. Un contrato de futuro implica la entrega o recepción de una cantidad de un bien, a un precio fijado hoy.

En el mercado de futuros no es necesario negociar con cosas físicas, pues estamos hablando de los bienes en abstracto. Nos estamos comprometiendo a pagar o entregar bienes, los tengamos ahora o no. Incluso puede ser que no tengamos dónde guardar las cantidades que compramos de algún bien. Para estos casos, en vez de entregar el bien físico, puede entregar una parte proporcional a lo pagado, y la diferencia en efectivo. Esto permite que en el mercado entren otros especuladores a comprar o vender futuros sin siquiera recibir el activo en cuestión.

indicador bursátil de bolsa de valores (Imagen: Unsplash)

Imagen: Unsplash

La especulación: ¿cómo el agua en Wall Street puede mejorar el acceso al agua?

Esto abre las puertas a la especulación, esa otra mala palabra que nos enseñaron a temerle. La especulación puede convertirse en una señal que nos orienta para observar las expectativas de los inversionistas a futuro.

En el caso del agua podría suponerse que dentro de un año escaseará, y los inversionistas irían a comprar futuros. Esto llevaría a que los precios del agua suban hoy. Esto es una señal para que quienes tengan agua hoy la conserven para venderla mañana. Y podría escandalizarte, porque has aprendido que vender el agua es perverso. Sin embargo, este atesoramiento supondrá que haya un abasto de agua en el futuro, en vez de actuar a ciegas y rumbo a la sequía (esto es lo que posibilitan los precios).

Lo que debes tener en cuenta es que los especuladores buscan preservar el agua ante un futuro de posible escasez. Decimos posible porque ellos se equivocan y con bastante frecuencia. ¿Y sabes qué le pasa a los especuladores que se equivocan? Tienen pérdidas millonarias. Sin embargo, a prueba y error el mercado de futuros en Wall Street u otras bolsas del mundo nos puede ayudar a revisar la escasez real del agua, adelantarnos a los tiempos de sequía y a administrar prudentemente el agua.

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Imagen: Pixabay

¿Esto afecta a México?

En México no tenemos condiciones para que el agua cotice en bolsa, pues no hay un índice de por medio. Para que esto ocurra, necesitamos políticas de abastecimiento, fijación de precios y control de consumo.

Sin embargo, podemos esbozar un ejercicio de imaginación sobre porqué esto sería benéfico en nuestro país. En México tenemos un artículo 27 que indica que la tierra, el cielo y los productos del subsuelo corresponden originariamente al Estado. Por esto nos escandaliza que se proponga que el agua tenga un precio y esté sujeta a la especulación.

Sin embargo, en México tenemos problemas con esta legislación, porque al estar administrada el agua por el gobierno, todos tenemos, por lo menos legalmente, un derecho igualitario al agua. Aunque pagamos un recibo de agua, está subsidiada, y es como si el precio fuera cero porque no hay grandísimas fluctuaciones si cuidamos el agua o no. El precio para nosotros, el que vemos, no cambia, pero el costo que cubre el gobierno y no percibimos si ha crecido (regresa a ti el costo en forma de impuestos).

Imagen: Escasez del agua en México, 13 de noviembre de 2019 (Imagen: Especial)

Imagen: Especial

¿Qué problema hay con la administración de agua?

Que el agua, al ser un bien escaso (paradójicamente, en un planeta lleno de agua, una pequeña porción es apta para el aprovechamiento humano, y una parte de ella debe purificarse y distribuirse), debe ser administrada correctamente. Como no tenemos precios que funcionen conforme a la oferta y la demanda, no nos importa dejar las llaves abiertas, tomar duchas largas, lavar el auto con la manguera, no optimizar el agua en la lavadora, jugar con cubetas el sábado de Gloria…

Recuerda que el gobierno de Lázaro Cárdenas no expropió el petróleo, pues este pertenecía originariamente a la nación. Lo que hizo fue nacionalizar la infraestructura que habían puesto los privados para explotar el crudo mexicano. En este caso, no es simplemente sacar petróleo o agua, sino que hay que purificarla y distribuirla al usuario final, y esto tiene un precio, y además se requiere maquinaria y equipo especiales.

Si vives en una zona en la que escasea el agua, habrás pagado por una pipa. Y ya sabrás que el precio que cobran no es bajo. El mercado de futuros podría hacer mucho por ti en este caso, incluso bajo el supuesto de que hubiera un mercado de agua para uso agrícola, comercial o doméstico, porque el mercado habría previsto escasez y te aseguraría que tengas agua a un precio razonable. Asimismo, el mercado puede ofrecer mejores incentivos para las personas que viven junto a fábricas y que no tienen acceso al agua porque las fábricas consumen más.

También le daría señales a los inversores para purificar el agua y ofrecer un buen servicio. Como en México esto es administrado por un monopolio gubernamental, no hay señales de mercado para tratar el agua eficientemente (ni aunque sea algo necesario siempre), y cuando hay escasez la pipa puede cobrar lo que quiera, aunque no deba hacerlo, porque no tiene competencia. Por tanto, a lo que deberías tenerle pavor es a la legislación de aguas que tenemos, no a que se comercialice el agua.

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