Los desempleados enfrentan cargas adicionales de salud mental por la pandemia debido a que hay menos oportunidades laborales.
Es mayor el estrés y la ansiedad debido al Covid-19, y todos están preocupados por su salud y la salud de sus seres queridos, por lo que para poner una crisis de desempleo en un momento ya difícil y estresante está presionando el límite de lo que la gente es capaz de manejar.
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Incluso en recesiones normales, dicen los expertos, la pérdida prolongada de empleo es una crisis de salud mental que pasa desapercibida y puede minar la confianza y el sentido de identidad de las personas.
“Hay tantos rechazos que se pueden aceptar antes de que la autoestima y confianza sufran una paliza”, dijo Maria Heidkamp, directora de New Start Career Network en la Universidad de Rutgers. “También hay un trauma emocional, los desafíos de salud física y mental que afectan el bienestar de estas personas”.
Búsqueda de trabajo
Donovan Vogel, de 27 años, calculó que solicitó “definitivamente cientos” de trabajos y participó en unas 50 entrevistas desde que perdió su puesto en una agencia de seguros del área de Filadelfia en febrero.
Vogel comienza un nuevo trabajo este mes, pero su prolongado período de desempleo, combinado con un error de procesamiento que retrasó su recepción de beneficios de desempleo por meses, afectó tanto su salud mental que buscó ayuda profesional.
“Hubo momentos en los que definitivamente estaba ansioso y estresado, tratando de averiguar cómo iba a distribuir el dinero”, dijo. “Iba a ver a un terapeuta una vez a la semana”.
La experiencia agotadora mental y emocionalmente dificulta que las personas vuelvan a ingresar a la fuerza laboral, dijo Heidkamp.
“Estas cosas afectan el funcionamiento ejecutivo de las personas … Ese tipo de estrés es perjudicial para la capacidad de las personas para hacer una búsqueda de trabajo exitosa”.
Además de desencadenar el peor colapso del mercado laboral desde la Gran Depresión, dijo Sharone, la catástrofe de salud pública en curso, y cada vez más terrible, de la pandemia también hace que la gente sienta que su difícil situación es insignificante.
Distanciamiento social
Los protocolos de distanciamiento social y las restricciones en las reuniones, especialmente cuando llega el invierno, significan que no se están llevando a cabo tanto los mezcladores de redes tradicionales como las reuniones menos formales. “No se puede ir y pasar el rato con un grupo de personas en su campo”, dijo Sharone, lo que dificulta la búsqueda de un trabajo y aumenta el aislamiento al que se enfrentan muchas personas.
Quedarse sin dinero es el mayor temor, hay preguntas como: ¿Podrán jubilarse? ¿Tendrán suficientes recursos para respaldar una jubilación? Se siente como un objetivo en movimiento para muchos de ellos.
Michele Evermore, investigadora principal y analista de políticas del Proyecto Nacional de Ley de Empleo, considera al respecto: “Definitivamente nos acercamos a una crisis de jubilación que va a ser mucho peor debido a esta pandemia y la filtración del plan”.
No es para menos hay noches que uno puede sentir que pierde el control y más si debes comenzar a empacar para vender tu casa y aceptar empleos que no deseas durante al menos unos años más.
